Sabri Cerveto, Magíster en Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina, desde muy chica desarrolló un vínculo muy fuerte con el deporte. Practicó más de 10 años de nado sincronizado y karate, danza contemporánea, capoeira, tango, hoy: escala, corre, sigue estudiando y es mamá de Aíma. Le contó a Es Pa’rriba su experiencia relacionada al embarazo y el deporte.
A Sabri, cinturón negro de karate, siempre le gustó la neurofisiologia, estudiar el movimiento. Si bien no relaciona directamente el deporte con su carrera, en algún punto se conectaron y la llevaron a querer estudiar el movimiento “me di cuenta que el control del movimiento no tenía que ver con hacer mas, con activar más, sino al revés, con desactivar, como con la mínima expresión muscular se puede lograr suavidad y que salgan esos movimientos como de una bailarina, que tiene una coordinación muscular importante”. En el 2017 quedó embarazada de Aíma, donde se encontró con la incógnita de qué iba a pasar con su costado deportivo. “Empecé a investigar artículos científicos al respecto, leí de todo, lo bueno y lo malo, me informé muy bien, e hice varias consultas con ginecólogos”. En el camino se topó con recomendaciones que le decían que siga adelante, como otras que no. No solo de los artículos, sino también en las consultas con diferentes ginecólogos. Durante el embarazo escaló hasta los 5 meses. Si bien ella lo resume como un tema muy personal y que depende de cada embarazada/embarazo, en su caso tuvo que dejar de hacer algunas actividades como: Correr, “a Aima no le gustaba mucho”. Luego de mucha investigación y consultas, el médico le dijo: “podés hacer lo que quieras mientras no te caigas, evita los impactos. La panza te va a ir avisando”, a lo que Sabri agrega “eso sumado a que estuve leyendo y buscando evidencia científica, encontré una artículo científico de la sociedad americana de deportologia, ahi me sorprendió la carga de ejercicio físico que podían hacer las mujeres durante el embarazo, la consigna que estaba muy marcada era: no empezar nada nuevo, y que la carga física depende de la preparación de cada uno, todo lo que uno puede hacer está en función a su capacidad. Lo que puede hacer un deportista de elite durante el embarazo, no va a ser lo mismo que un amateur. Y yo dejé de escalar a los 5 meses por razones externas, sino capaz que seguía un par de meses más, hasta que la panza no me dejara”.